Últimamente, no soy capaz de mantenerme demasiado tiempo en el presente. Y no es bueno. Primero, porque lo que está por venir no existe, y uno no puede vivir del mañana. Y segundo, porque, de esta manera, el ahora agobia, enloquece. Pero ya he encontrado la fórmula para disfrutar un ratito más del hoy. Fijar mi atención en las pequeñas cosas, en las que son capaces de arrancarme una sonrisa. Y por muchas de ellas, merece la pena quedarse.
lunes, 29 de junio de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)