domingo, 22 de marzo de 2009

Vértigo

Fijo mis ojos en esos obreros, los de la fotografía de Charles Ebbets, y no puedo evitar sentirme como ellos. Aparentemente tranquilos, apacibles, pero con un inmenso vacío bajo sus pies. No es una emoción nueva. Ya la conozco, pero hacía tiempo que el bocadillo me duraba demasiado. Y hoy me lo he acabado. Miro hacia abajo y el vértigo se apodera de mí. ¡Puedo controlarlo! -me digo-, aunque cuesta demasiado fijar la vista al frente y sentirme de nuevo segura. ¿Por qué no me subiría otro tentempié?

2 comentarios:

  1. Pero,¿y si la viga estaba nada más que a un metro de altura? Lo mismo el salto no es tan grande y abajo hay bocadillos en condiciones. Me alegra ser el primero en dejarte un comentario en el nuevo blog. Así empezó el mío, sencillote y parecía que no duraría. Luego fue todo un éxito...bueno, no tanto.
    Tus lectores queremos que metas más posts dejando ver esa alegría que te caracteriza.
    Un beso.

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  2. ¿Quién eres tú lector/a anónimo/a de mi humilde blog?

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